Una zona muerta (o, menos frecuente, área muerta) es una región del océano en que los niveles de oxígeno son bajos debido a la excesiva cantidad de polución de las actividades humanas acompañadas de otros factores que acaban con el oxígeno necesario para sostener la vida marina en las profundidades.[1]
Al inicio de los años 1970 los oceanógrafos empezaron a notar el crecimiento de las zonas muertas. En marzo de 2004, cuando se estableció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la institución reportó 146 zonas muertas en los océanos del mundo. Las más pequeñas detectadas medían un kilómetro cuadrado y las más grandes abarcan 70 000 km². En 2008 la cantidad de áreas muertas aumentó a 405.[2]